The Good Magdalena

Quizás esta serie comenzó como esas clásicas tv movies que aprovechan la fama de un caso para recrearlo (el caso de Eliot Spitzer, el famoso exgobernador de New York que tuvo problemas de faldas). Sin embargo, se ha elevado a una categoria superior.  Fue un éxito el año pasado y se ha consolidado en esta segunda temporada de una forma magnífica. Me refiero a The Good Wife. Su principal virtud es la habilidad de entremezclar los casos autoconclusivos (porque no deja de ser un procedimental al uso) con una dosificada trama central, basándose en una notable ejecución llevada a cabo por un reparto excepcional y unos guiones soberbios. Desde luego sino la estáis viendo, no sé a qué estáis esperando.

En uno de los últimos capítulos finales, la suegra de Alicia Florrick, la protagonista interpretada por Julianna Margulies, les lleva a los hijos de ésta y, por tanto, nietos suyos unas magdalenas de limón. No contaré más porque os tendría que spoilear mucha trama y no quiero que os atragantéis si no la habéis visto. Lo importante aquí es que las magdalenas de limón son las protagonistas de la receta de la semana. 

INGREDIENTES
- 300 g de harina de fuerza
- 1/4 cucharadita de levadura
- 125 g de azúcar
- 2 cucharadas de ralladura de limón
- 185 ml de nata para montar
- 1 cucharadita de extracto o esencia de vainilla
- 2 huevos ligeramente batidos
- 110 g de mantequilla derretida

PASO A PASO

1.-  Precalentamos el horno a 200°C y engrasamos un molde para magdalenas con mantequilla derretida o aceite. 

2.- Tamizamos la harina, la levadura y el azúcar en un bol grande. Le añadimos la ralladura de limón.

3.- En otro bol diferente, mezclamos la nata para montar (pero, OjO, sin montar) y los huevos. Cuando esté todo bien mezclado, añadimos la mantequilla pomada.

4.- Mezclamos el contenido de los dos boles hasta que obtengamos una mezcla de textura grumosa.

5.- Llenamos la mezcla final en cada uno de las cavidades del molde con una cuchara hasta las tres cuartas partes.

6.- Lo metemos al horno y lo horneamos durante 10-12 minutos. Entonces las sacamos, las dejamos enfriar unos 5 minutos en el molde y finalmente, las desmoldamos y las dejamos en una rejilla hasta que se termimen de enfriar del todo.

¿Quién mató a la tarta de cerezas?

Si hay una frase que ha pasado a la historia de las series extranjeras, ésa es ¿Quién mató a Laura Palmer? Ya que aunque no la hayas visto sabes perfectamente que pertenece a Twin Peaks, una serie que marcó un antes y un después en la manera de ver y tratar a las series. Recuerdo que aunque era muy pequeña me dejaron ver algunos capítulos cuando la emitieron allá por 1990 en Telecinco y luego cuando me hice más mayor, la ví en condiciones. Básicamente y sin contar mucho de la trama, nos cuenta como un agente del FBI se traslada al pueblo de Twin Peaks para investigar el asesinado de una joven llamada Laura Palmer. Cada capítulo nos representa un día de la investigación del agente Cooper que tendrá que enfrentarse a las peculiaridades del pueblo. 

El agente Cooper tenía una gran obsesión por la tarta de cerezas, que se convirtió en uno de los postres favoritos. No es exactamente la tarta que salía en la serie, porque está tiene una base de queso en vez de masa quebrada, pero os puedo asegurar que está buenísima.

INGREDIENTES

- 750 gr de cerezas sin hueso

- 125 gr de harina

- 4 huevos

- 2 cuacharadas de azúcar blanco

- sal

- 400 gr de requesón

- 100 gr de leche

- 2 cucharadas de azúcar glas

PASO A PASO

1.- Tamizamos la harina en un cuenco y añadimos los huevos, el azúcar blanco y una pizca de sal. Amasamos todo hasta obtener una pasta homogénea sin grumos.

2.- Agregamos la leche y el requeson. Mezclamos un poco y añadimos las cerezas.

3.- Engrasamos un poco con mantequilla un molde redondo de unos 22/24 cm y que sea un poco alto (mejor un molde de silicona) y vertemos en él la mezcla procurando que las cerezas queden repartidas.

4.- Ponemos el molde en el horno que lo habremos precalentado antes a 180º y cocemos durante 35 a 45 minutos.

5.- Cuando esté a temperatura ambiente, la sacamos del molde y la espolvoreamos con un poco de azúcar glas (incluso podemos tostarlo con un soplete).

¡QUÉ APROVECHE!

Croissants no tan díficiles

Una de mis actrices favoritas de todos los tiempos es la gran Meryl Streep. Procuro ver todas sus películas y hace unas semanas pude disfrutar de No es tan fácil/ It's complicated, una deliciosa película sobre las relaciones adultas. En ella, Meryl interpreta a Jane, madre de tres hijos ya adultos, que es la propietaria de un restaurante pastelería de Santa Barbara. A pesar de estar divorciada desde hace años, mantiene una amistosa relación con su ex-marido Jake (Alec Baldwin). Sin embargo, cuando tienen que viajar juntos para asistir a la graduación de su hijo, su relación se estropea. Cuando Jake se casa con una mujer más joven, Jane se convierte de pronto en "la otra". Y de este embrollo no podrá librarse ni siquiera Adam (Steve Martin), un arquitecto contratado para renovar la cocina de Jane (resumen de filmaffinity). Lo que más me ha gustado es ver que muestran las relaciones amorosas sin tapujos, incluso el sexo es importante. No es una gran película, pero resulta muy entretenida para un domingo tirada en el sofá.

Como decíamos, Meryl - Jane es propietaria de una pastelería y en ella, en una de las escenas prepara croissants al personaje de Steve Martin y ellos son la receta de esta semana. Había intentado alguna vez hacerlos, pero ninguna de las recetas me terminaba de convencer ya que eran croissants hojaldrados y ya sabemos lo difícil que es manejar el hojaldre (y más si empezamos con masas madre y demás), así que para esta ocasión busque una receta más fácil (como el título de la película). Al final, me decanté por una de la thermomix. El resultado no son croissants hojaldrados, sino más bien con textura de bollitos, pero respecto al sabor que es lo importante, están deliciosos.

INGREDIENTES

- 120 gr de leche

- 100 gr de mantequilla

- 50 gr de azúcar

- un pellizco de sal

- 20 gr de levadura prensada o 1 sobre de levadura instantánea de panadería

- 1 huevo grande

- 300 gr. de harina de fuerza

- Media cucharadita de azúcar vainillado.

PASO A PASO

Con la thermomix...

1.- Ponemos en el vaso de la thermomix la leche, 50 gr de mantequilla, el azúcar y la sal y programamos 1 min a 40ºC vel.2.

2.- Agregamos la levadura, el huevo, la harina y el azúcar vainillado y mezclamos 10 segunods a vel. 6.

3.- A continuación programamos 2 min. vel. espiga. 

Si no tenemos la thermomix, también la podemos hacer así:

1.-Templamos la leche en un cazo e incorporamos los 50 gr de mantequilla, el azúcar y la sal y cuando esté todo disuelo, lo retiramos.

2.- Vertemos todo en un bol y agregamos la levadura (aquí mejor la de panadería), el huevo y el azúcar vainillado. Batimos unos pocos segundos. 

3.- Incorporamos poco a poco la harina tamizada y seguimos batiendo con una varilla. Cuando esté todo bien integrado, paramos.

Una vez que hagamos la masa con la thermomix o a mano, continuamos de la siguiente manera:

4.- Cogemos la masa y la envolvemos en una hoja de plástico film transparente y la dejamos reposar 30 minutos.

5.- Pasado este tiempo, ponemos la masa en una superficie enharinada, la espolvoreamos con harina y la estiramos hasta dejarla bien fina dejandola en forma de rectángulo.

6.- Pintamos la masa con la mantequilla restante abalandada, dejando los bordes sin pintar. Doblamos la masa tres veces, es decir, 1) doblamos en horizontal y estiramos la masa, 2) la volvemos a doblar en el sentido contrario, es decir en vertical, y estiramos la masa 3) volvemos a doblar en horizontal y estiramos la masa.

7.- La hacemos en bola, la envolvemos en plástico y la metemos en el frigorífico otros 30 minutos.

8.- Estiramos la masa muy fina y en forma de rectángulo. Cortamos los croissants, los hacemos y los pintamos con huevo batido. Si queremos los podemos rellenar de chocolate, mermelada...

9.- Los introducimos en el horno precalentado a 180ºC durante 15 o 20 minutos. Cuando aún estén calientes, podemos pintarlos con almíbar (se calienta agua y azúcar durante 10 minutos).

¡Qué aproveche!

Apple Pie

Generalmente todos los años, para el día de la madre, solemos hacer tarta de manzana porque es la favorita de mi madre. ¿Y en qué película es protagonista de una escena hilarante? Sí, exacto, American Pie, una de las mejores comedias teen de finales de los 90. Creo que todo el mundo ha visto esta película, al menos la primera parte que cuenta como 4 chicos están obsesionados con perder su virginidad. Como no lo consiguen, deciden hacer un pacto: todos perderán la virginidad antes de ir a la universidad. A esta primera, le siguieron otras dos con los mismos protagonistas, pero luego siguieron haciendo caja con diferentes secuelas (la verdad es que he perdido la cuenta de las que llevan). Aunque, según leí hace poco se va a hacer una nueva entendiéndose ésta como la cuarta protagonizada por los protagonistas originales. Confieso que tengo mucha curiosidad por verla, ya que con las tres anteriores me reí mucho (aunque más con la primera, obvio).

Como decía antes, ayer día de la madre lo celebramos con tarta de manzana, pero esta vez escogimos una muy sencilla y de reciclaje ya que nos habían sobrado sobaos y se estaban poniendo duros. Pero os puedo asegurar que es ríquisima.

INGREDIENTES

- 4 o 5 manzanas.

- 200 gr. de azúcar

- 500 ml de nata líquida.

-  3 huevos.

- 100 gr. de mantequilla.

- 3 o 4 bizcochos de soletilla (o sobaos).

- 100 gr. de hojaldre.

PASO A PASO

1.- Se descorazonan las manzanas, se pelan y se parten a trozos irregulares.

2.- Se unta un molde circular de unos 20/22 cm con mantequilla y en el fondo de pone la masa de hojaldre y se pincha varias veces con un tenedor.

3.- En un bol, se baten los huevos. 

4.- Se incorpora a ese mismo bol las manzanas, el azúcar, la nata y los bizcochos desmenuzados. Se mezcla todo bien.

5.- Se vierte todo en el molde.

6.- Se enciende el horno a 180º y se mete la tarta. Cuesta aprox. 1 hora, pero estar atentos, porque en cuanto esté cuajada es que ya está lista así que puede ser algo menos el tiempo de horno.

¡QUÉ APROVECHE!